Los poetas que van de buenos y sabios nunca dan la cara a la realidad ni a la razón, ¡obvio en total ya demostrado antropocentrismo terco!, sino siempre van resbaladizos ante responsabilidad y conciencia.
En decencia, por bien del mismo bien o ya por defenderse la dignidad de cualquier bien, en España, los que van de buenos, no deberían haber nacido jamás, ¡ jamás!, ¡jamás!, ¡jamás! (jurándose con el llanto de Dios).
No hay comentarios:
Publicar un comentario